Y al tratar de alargar un ciclo, me olvidé por completo de la magia de ellos.
De sus inicios y sus finales.
Porque el final, es siempre parte de un nuevo inicio,
y los inicios, son páginas en blanco que te invitan a soñar.
Me olvidé que los ciclos van a su propio ritmo, por más que quieras acelerarlos o retrasarlos, siempre siempre siempre van a llegar a su final.
Voy a ser muy honesta, le temía al FINAL, porque el final venía con expectativas de como me habría gustado terminar. Pero, cuando menos me lo esperé, llegó el momento en que todo hizo conexión y sin tanto pensarlo y analizarlo, estaba más lista de lo que pensaba, de lo que sentía y de lo que creía.
Porque siempre estas más lista de lo que crees.
Sin darme cuenta, terminé justo donde empecé, pero los roles cambiaron esta vez.
Hace unos días atrás tuve mi primer Full Circle Moment, fue un momento épico y muy típico de película, cuando la actriz principal regresa a ver y la vida le muestra la misma escena, en la que un año atrás ella era parte de, pero ahora la vive de lejos.
Así fue como la vida me regaló la misma escena, 365 días después, mismo lugar, misma hora, mismo día y mismo mes en el calendario… diferente año.
Esta vez, me invitó a vivirla desde otra perspectiva, sin preparación alguna, me llevó ahora como observadora. Si me pongo a pensar en el momento, diría que fue tan exacto, que la peculiaridad de esa coincidencia tenía sabor a DESTINO.
Hace un año dejé una vida que me sabía de memoria, en que sabía exactamente lo que tenia que hacer en las mañanas. Sabía exactamente, la hora en la que mis niveles de adrenalina subían y sabía exactamente cuando el cortisol bajaba, generalmente después de las 2pm, de lunes a viernes. Y ni hablar de las noches, que se convirtieron en las mismas, una tras otra, todas se parecían.
Hay rutinas que te anclan, que te hacen sentir a hogar, que te dan un norte, pero esta rutina me prendía y me apagaba cuando ya no era necesario mantener el piloto automático, porque había cumplido con el día.
Un año mas tarde la vida conspiró para que re-viva una escena de mi vida, particularmente, el último día ,de una vida que conocía. En ese momento me di cuenta que el ciclo que empecé hace unos meses atrás se cerraba y aunque me encontró desprevenida, yo no lo hubiera planeado mejor y su sorpresa trajo mucha paz y hasta un sentido de realización.
Varios días después, esa escena me ha quedado revoloteando en la cabeza y como nada es coincidencia, quiero compartir contigo lo que me dejó este cierre de ciclo. Para que sin importar en que parte del camino estés, sea un recordatorio, un empuje, un suspiro un sentido de calma, y al que siempre podamos, ( me incluyo) regresar. Así sea que estés empezando, en la mitad o cerca de terminar.
Los ciclos llegan sin aviso y otras veces con invitación, generalmente escuchan el llamado del alma y nunca llegan con las manos vacías, están aquí para responder a tu invitación con otra invitación. Que te sumerjas por un un periodo de tiempo a vivir, aprender, conectar, soltar, crecer.
Empezamos ciclos buscando respuestas, empezamos ciclos porque queremos un cambio, empezamos ciclos a veces sin darnos cuenta, aunque internamente, ya lo estábamos saboreando. Depende de ti aceptar su invitación.
¿Qué invitación te está haciendo la vida ahorita? ¿Qué ciclo estás llamando o te está tocando la puerta con su invitación? ¿vas a abrirle la puerta?
Los ciclos tienen su propósito y su propio tiempo de cocción. Cuando cumplen con su misión, no te lanzan al vacío sin estar preparada, más bien te dan una palmadita en la espalda susurrándote un : Bien hecho. Siguiente nivel abierto.
Pero OJO, si te rehusas a cerrar y a aceptar, la palmadita se puede sentir como un empujón al vacío para que abras tus alas en el camino y aunque parezca que tocaste fondo, recuerda que tu creaste esas alas, y que están hechas para volar. Ahí es cuando suena el temporizador, indicándote que el tiempo de cocción terminó.
Los ciclos son personalizados a tu medida, a tus necesidades, tus lecciones, aprendizajes requeridos, a tu misión, gustos y preferencias. Aunque estés compartiendo vivencias y lecciones similares a los de tu amig@, aunque parezca que estás tarde o estás yendo muy rápido, el proceso es diferente, el tiempo de aprendizaje es diferente. Así que la comparación no sirve ni como comodín, ni como bonus extra, no te recomiendo usar esa carta en tu partida.
Siento que muchas veces por tratar de acelerarlos, no aprendemos bien las lecciones que nos tenía preparadas, pero como la vida es tan sabia, nos ponen de regreso justo donde nos quedamos.
¿Qué partes de tu ciclo estas tratando de acelerar? ¿Por que estas corriendo hacia el final?
No dejo de pensar en la magia de los ciclos, de como te transforman , te mueven, te sacuden y a veces te regresan, no para que vuelvas a empezar, porque ya lo hiciste, sino para que pongas en práctica tu nueva visión, porque los lentes del alma se renovaron, y ahora percibes, sientes y saboreas diferente y te están invitando a usarlos!
La magia, de la transformación, está disponible para ti en la misma medida en la que tú estás disponible para ella. Así que te lanzo la pregunta ¿Qué tan abierta estás para: abrir, recibir, transformar, expandir, soltar……?
Siempre fluye con la corriente, jamas en contra. Con esto me refiero a que la vida siempre te va a proponer que fluyas y te dejes llevar. Que el momento en que comiences a sentir una fuerza opuesta que estás tratando de empujar, que sea un indicador que algo no está funcionando, que algo no está siendo claro y te está desestabilizando. Porque FLUIR se siente ligero, no pesado. Te sientes sostenido y nunca abandonado. Si en algún momento del camino es hora de cambiar de dirección, la vida misma te indicará y te llevará con suavidad.
Si sientes que estás tratando de fluir contra corriente, pausa, suelta el control, suéltate el pelo y suéltate a la vida, suéltate a corrientes que aunque sus aguas estén fuertes sabes que te están guiando y respaldando, que si decides parar, puedas pausar y que si decides nadar puedas ir con toda tú velocidad.
Cerrando un ciclo me di cuenta de la importancia de honrar, lo vivido, lo experimentado, lo que se quedó atrás y lo que se vino conmigo. Todo lo que se aprende y desaprende para poder volver a aprender. Me di cuenta de la importancia de honrar lo que fui, y lo que ahora soy. Porque lo que fui, me ayudó a conocer, quien ahora soy y lo que me llevará a conocerme otra vez más adelante.
Los finales vienen cogidos de la mano con los inicios, y así como los finales son páginas llenas que te llevan a recordar, los inicios son páginas en blanco que te invitan a soñar.
Después de este full Circle Moment, dejé de temerle al final, porque la vida te pone todo en perspectiva, para que puedas agradecer, soltar, volver a soñar y empezar.
- Vale
¿Qué te llevas de la magia de los ciclos?
¿Qué aprendizajes te dejó a ti?
Amé esta reflexión! Me trajiste varios aha! Moments y claro que me hiciste recordar mis Full Circle Moments 🙌
Gracias Josh por leer ! Me alegro que te haya gustado y que hayan salido varios aha! Moments mientras lo leías.